15 de Diciembre de 2020

"Todos Comen" a domicilio

El proyecto que vincula a productores populares y consumidores ahora lanzó su servicio puerta a puerta

Todos Comen es un espacio que vincula a productores populares de alimentos y consumidores. Creado hace dos años, encara en estos días una nueva etapa, la de empezar a comercializar puerta a puerta, llevando a domicilio productos de empresas familiares, cooperativas y  empresas recuperadas. Un imaginario instalado nos dice que comprar por esta vía de las comercializadoras alternativas es comprar más barato: si se vende sin intermediarios, los precios deberían bajar. Pero la idea necesita ser dotada de mayor complejidad si se quiere que aguante el peso de lo real. “Para el consumidor, comprar a una comercializadora alternativa es sumarse a un proyecto que lo va a conducir a productos de cooperativas y pequeñas empresas; saber que su dinero se va a destinar en un 80 por ciento a retribuir al productor...y finalmente comprar sin pagar más que en un supermercado. Y eso es muchísimo”, asegura Enrique Martínez, quien está a cargo del proyecto.

La tienda online puede visitarse ingresando a https://todoscomen.produccionpopular.org.ar . Allí hay un listado de productos cooperativos y un carrito de compras que pone a la mercadería de los productores populares a un click.

El programa ofrece productos de almacén, con entregas dentro del ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Sugiere, más que alimentos sueltos, elegir cajas preparadas o packs de 10 o 12 unidades de un producto. La compra mínima es de dos mil pesos y el pago debe realizarse mediante una transferencia bancaria, con una semana de anticipación.

Cuando se lanza una comercializadora alternativa, todo el énfasis está puesto en qué tan baratas son las cosas, y eso es un flanco débil de cualquier proyecto de producción popular que salga a comercializar”, dice Martínez. “Nosotros vamos con los productos populares a domicilio. Al que busca precio por precio, y pregunta por qué aceite o azúcar son algo más caros que los mínimos, se lo explicamos. Sabemos que van a encontrar que el resto tiene precios y calidad accesibles”.

La comercializadora por ahora está limitada a mercadería de almacén, pero con la idea de incorporar, con el tiempo,  alimentos frescos y  de producción local. ¿Vale la pena meterse a armar una comercializadora alternativa? ¿Existe la brecha para instalarlas y hacerlas crecer? Martínez asegura que sí, pero sugiere que la fórmula requiere de consumidores conscientes de que toda compra tiene una dimensión política.

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Fuente: Página 12. Nota completa acá.