04 de Noviembre de 2019

Donde brillan las pizzas y pastas

Desde 2012, La Pascana funciona como restaurante recuperado.

Pascana es una palabra de raíz gauchesca, que significa “lugar de descanso para continuar los viajes”, mesón o parador. En pleno barrio porteño de Palermo, el restaurante cooperativo del mismo nombre también oficia como un refugio agradable para la vorágine de la ciudad. Ubicado en Paraguay y Humboldt, recibe a comensales que buscan platos clásicos y sabrosos, con las pastas y la pizza como estrellas indiscutidas.

La Pascana no fue siempre una cooperativa: se transformó en una empresa de la economía social en 2012, después de que el dueño anterior vaciara el lugar. De un día para el otro, se llevó casi todo el mobiliario y las herramientas de cocina en una camioneta. Además, no había pagado el alquiler de ese mes y debía sueldos y cargas sociales. Así, en plena incertidumbre, un grupo de empleados decidió volver a empezar.

El actual secretario de la cooperativa, Alexis Bernabé Richter, había trabajado para el emprendimiento cuando era una empresa lucrativa. Y en 2016 regresó, tomando un rol decisivo en la cooperativa: es el maestro pizzero, el que se encarga “de los secretos de la cocina sin secretos”. “El dueño se borró del mapa y elegimos el cooperativismo”, dice. El síndico de la cooperativa, Omar Díaz, trabajaba en el lugar desde 2005.  “Yo trabajé 7 años con el exdueño, recuerdo que él se despidió un domingo como si nada y cuando volvimos el lunes estaba todo cerrado. Era 3 de diciembre y éramos 20 personas en la calle”.

La cooperativa comenzó a funcionar con el apoyo legal del INAES, donde tramitaron la matrícula. Así fueron construyendo una nueva identidad, la de empresa recuperada. También comenzaron a tejer vínculos con entidades del sector. Se integraron a la Federación de Trabajadores de la Economía Social (FETRAES), que agrupa, entre otras, a la fábrica de productos de marroquinería Renacer y a Mi Tío, pizzería recuperada del barrio de San Telmo. Actualmente, La Pascana cuenta con asistencia contable de parte del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. A pesar de las dificultades, los asociados lograron sostener a la clientela que tuvo el restaurante, inaugurado hace más de 25 años.

 

Ver la nota completa de Carolina Gruss para Revista Acción